lunes, 31 de mayo de 2010

CARTA DE INCONFORMIDAD PARA EL DIF D.F.

México, D.F., 9 de Abril, 2010

Lic. Irma Soto V.
Consejera Laboral DIF
Presente

Lic. Soto, me dirijo a usted, con el objetivo de darle a conocer la experiencia de Héctor
Jiménez Avilés en su primer (y último día) de trabajo en el taller D y K. Aunque se lo comunique en su momento por teléfono, creo conveniente que quede un antecedente de esta situación y darle a usted información más detallada de lo sucedido ya que está usted a cargo.

Héctor, mi hermano con discapacidad intelectual, se presentó a trabajar el lunes 5 (de abril) a las 8:00 A.M. como nos lo indicó el pasado lunes 29 de marzo, fecha en que usted y Héctor hicieron una visita a D y K. A las 11:45 Héctor llamó a la casa para decirme que había echado a perder 10 servilletas, que la señora Margarita le había regresado sus papeles, y que ya se podía ir a su casa.

Cuando fui por mi hermano, le mencioné a la señora Margarita, encargada del taller, que la Lic. Soto había informado que el trabajo de Héctor consistiría en contar de 25 a 50 vasos y empaquetarlos, así como cubiertos y servilletas, que no manejaría ningún tipo de máquina. Ahora, suponiendo que su trabajo incluyera manejar las planchas con que se graban las servilletas, es muy comprensible que las primeras salieran mal. Sin embargo, la señora me enseñó las servilletas (aproximadamente 10) y las primeras (4 o 5) salieron bien, según expresó, pero las demás comenzaron a salir borrosas.
Héctor hizo mención que la malla donde estaba imprimiendo las servilletas, estaba rota y toda la pintura se escurrió, lo reportó a la Sra. Margarita. Esto es una demostración de que la señora no estaba supervisando a Héctor, de lo contrario se hubiera dado cuenta de la malla rota.

A pesar de esto, la respuesta que la señora me dio sobre Héctor fue tajante, "que la Lic. Soto lo coloque en otro lado", además comentó que, con su experiencia, sabía que Héctor no iba a poder con el trabajo.

Cómo es posible que antes del mediodía lo haya despedido, basándose en que "echó a perder 10 servilletas" sin darle oportunidad de conocer, practicar y familiarizarse con el equipo, aunque repito, su trabajo era sólo de contar y empaquetar según lo acordado con Ud.

Permítame decirle que la señora Margarita, carece de la regla más elemental: el RESPETO hacia las personas con discapacidad, así como dio muestras claras de discriminación hacia mi hermano y las personas que allí se encuentran laborando. Es una señora que señala a los trabajadores como discapacitados y no como personas.

Fue muy clara su falta de interés en contratar a Héctor, provocándole un sentimiento de culpa, porque él cree que lo despidieron por echar a perder 10 servilletas.

Me comuniqué inmediatamente con usted por teléfono, para informarle lo sucedido y de que Héctor ya estaba en casa. Usted quedó de hacer una visita a D y K a los dos días siguientes y comunicarse conmigo. Hasta el día de hoy no he recibido ninguna respuesta suya.

Por otra parte, quisiera hacer la observación, sin más interés que el de la seguridad de las personas que actualmente están trabajando en dicho taller, que las condiciones de trabajo no ofrecen seguridad, por ejemplo:

En primer lugar, es una casa donde sólo existe una entrada/salida
Se camina por un pasillo, oscuro, donde están apiladas muchas cajas de piso a techo, sólo hay un pequeño pasillo para transitar.
Los muchachos, en su mayoría jóvenes con discapacidad auditiva, trabajan hasta el fondo de ese pasillo, es un lugar muy reducido, donde apenas se pueden mover las 6 u 8 personas que están allí, con todo y sus herramientas de trabajo. No hay luz natural y sobre todo no tienen ventilación. Cabe recordar que están trabajando con pinturas y solventes.

Me entristece y me preocupa que una institución como el DIF, coloque a personas con discapacidad en este tipo de "empleos". ¿Dónde está la seguridad?, ¿Qué hay del desarrollo integral de las personas con discapacidad? ¿Dónde está el derecho a un trabajo digno?, ya sea como individuos o como institución, si no cuidamos estos aspectos y procuramos una mejor calidad de vida para aquellas personas con discapacidad que depositan su confianza en nosotros, entonces, ¿Quién lo va a hacer? O ¿Quién va a hablar por ellos?.

Finalmente, le pido de favor me informe sobre el asunto. Y, por otro lado, también pedirle tome usted en cuenta la situación de este tipo de "empresas" y de personas, que están a cargo de trabajadores con discapacidad que prestan sus servicios.

Sin más por el momento, espero seguir contando con su apoyo para la integración a un trabajo digno para mi hermano. Le agradezco de antemano su apoyo y su pronta respuesta.


ATENTAMENTE

Lic. Alicia Jiménez Avilés.
Hermana y Tutriz

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