“Saci - pererê” es un personaje brasileño que habita en el imaginario de la población brasileña, principalmente en el interior del país, dónde los viejos mantienen el hábito de contar a los niños historias y leyendas. Saci tiene origen indígena y surgió en la región Sul de Brasil, al final del siglo XVIII. Es representado por un negrito con ojos cafés, sólo tiene una pierna, usa un gorrito rojo y fuma pipa. Hace un remolino para aparecer y saca de adentro de su gorrito sus poderes mágicos.
Tiene una personalidad muy traviesa. Algunas personas piensan que él es malo pero otros dicen que es solamente un niño travieso que le gusta hacer pequeñas travesuras, pero sin querer hacer mal a los otros, lo hace solamente para divertirse. Le gusta atormentar los perros, atropellar los pollos, perseguir a los caballos, crear situaciones embarazosas para las personas, esconder los objetos, derrumbar y quebrar cosas, agriar la leche, poner moscas en las sopas, quemar el fríjol en el fuego y otras travesuras.
La leyenda cuenta que la única forma de controlar el “Saci-pererê” es tirarle el gorrito y dejarle preso en una botella. Cuando está preso y sin su gorrito que le da poderes, él hace todo lo que piden. Cuentan que Saci perdó su pierna en una disputa de capoeira. Gracias a creatividad de escritores brasileños como Monteiro Lobato, este personaje viajó del campo para las grandes ciudades. Apareció entre 1970 y 1980 en las historias del “Sítio do Picapau Amarelo” y el personaje se hizo conocido en todo el país.
Otro dato importante fue la creación, en 2005, por el Gobierno Brasileño, del día nacional del “Saci-pererê”, que debe ser conmemorado el día 31 de octubre. Esta idea surgió para minimizar el día de las brujas, para reducir la influencia de la cultura importada y valorizar la cultura y folclore nacional.
Tiene una personalidad muy traviesa. Algunas personas piensan que él es malo pero otros dicen que es solamente un niño travieso que le gusta hacer pequeñas travesuras, pero sin querer hacer mal a los otros, lo hace solamente para divertirse. Le gusta atormentar los perros, atropellar los pollos, perseguir a los caballos, crear situaciones embarazosas para las personas, esconder los objetos, derrumbar y quebrar cosas, agriar la leche, poner moscas en las sopas, quemar el fríjol en el fuego y otras travesuras.
La leyenda cuenta que la única forma de controlar el “Saci-pererê” es tirarle el gorrito y dejarle preso en una botella. Cuando está preso y sin su gorrito que le da poderes, él hace todo lo que piden. Cuentan que Saci perdó su pierna en una disputa de capoeira. Gracias a creatividad de escritores brasileños como Monteiro Lobato, este personaje viajó del campo para las grandes ciudades. Apareció entre 1970 y 1980 en las historias del “Sítio do Picapau Amarelo” y el personaje se hizo conocido en todo el país.
Otro dato importante fue la creación, en 2005, por el Gobierno Brasileño, del día nacional del “Saci-pererê”, que debe ser conmemorado el día 31 de octubre. Esta idea surgió para minimizar el día de las brujas, para reducir la influencia de la cultura importada y valorizar la cultura y folclore nacional.
1 comentario:
Muy Interesante!! Si le rascamos un poco más a la mitología de todas las culturas quizá podamos obtener datos similares. Odín por ejemplo tenía un solo ojo.
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