miércoles, 2 de febrero de 2011

LUZ DE LA CALLE OBSCURIDAD DE TU CASA

Por Lourdes Silva
Presidenta de La Pirinola A.C.


Las personas que trabajamos, estamos cerca o creemos compartir los derechos hacia las personas con discapacidad, siempre estamos pendientes de la accesibilidad física y social de ellos, sin embargo a veces nos sorprendemos al encontrarnos con situaciónes en poco congruente en donde actores que promueven la inclusión desde lo familiar no lo hagan al interior de su empresa.



Tal es el caso de la empresa familiar Banquetes Mayita, uno de su directivos es el
Lic. Javier Quijano Orvañanos actual Director de la Conferderación Mexicana de Organizaciones en Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual A.C. mejor conocida como CONFE, además de ser Coordinador en el Consejo Consultivo para las Personas con Discapacidad y hermano de Pepe con Síndrome de Down.


Javier ha realizado un valioso trabajo a favor de las personas con discapacidad intelectual y ha invertido recursos, tiempo y pasión en este tema. Pero que pasa cuando tienes una empresa en el que estos valores no son respetados...

Aqui les compartimos esta foto de uno de los camiones de Banquetes Mayita estacionado tapando la rampa de accesibilidad para las sillas de ruedas en la Colonia Condesa, ciudad de México.


No nos queda más que utilizar el viejo refran " Luz de la calle, obscuridad de tu casa" para hacer la reflexión de como poder transmitir los valores de respeto a hacia las personas con discapacidad.


En este mundo global una de las premisas es Think global act local (piensa global actua local), una de filosofía que deberíamos utilizar en la construcción del respeto hacia las personas con discapacidad. Para ello hay que ir más allá de los derechos con acciones de civismo y respeto al otro, sin importar quien es o en que condiciones vive ese otro.


Pero, si un reconocido activista en pro de las causas de las personas con discapacidad, como es el caso de Javier Qujano, no ha podido transmitir ese respeto a sus trabajadores, a los que les paga un sueldo y capacita, es que no está logrando actuar de manera local. ¿Cómo es que lo puede hacer de forma global?.



Creo que este es un buen ejemplo para darnos cuenta que más alla de los derechos lo que importa es la actitud. La actitud no se aprende ni en la escuela, ni en las instituciones, ni con campañas de sensibilización, se aprende en casa. Si en casa tenemos una persona con discapacidad hay que ver cómo la tratamos en la intimidad de la casa. ¿ Cómo aprendimos desde niños en relación con el tema de la discapacidad? ¿Cómo la presentamos ante amigos y desconocidos? y entender entonces cómo nos inspira.


¿Nos inspira para bien, nos inspira lástima, nos inspira desespero, nos inspira reto, nos inspira institucionalizarlo, nos inspira orgullo, nos inspira abandonarlos, nos inspira frustración, nos inspira tolerancia, nos inspira coraje, nos inspira paciencia, nos inspira poder...?
Lo trascendental es la manera en que utilizamos esa inspiración, en favor de qué o para qué. Porque sus consecuencias no son siempre positivas.



En este ejemplo encontramos que una empresa, supuestamente sensibilizada por su historia, ha bloqueado el paso a la discapacidad, sin darse cuenta que bloquea también su compromiso y respeto a la causa que lo motiva. El ejercicio de la congruencia es difícil, se requiere claridad y fuerza interior y se debe de ser reflexivo para poder
ejercer el respeto y el cambio de actitud hacia los demás. Es preciso que nuestro compromiso permeé nuestro entorno en una manera positiva promoviendo la practica de sus valores todos los días.



Actuemos local, los granitos de arena construyen edificaciones fuertes, personas comprometidas y no discursos verticales con beneficios en altas esferas e influencias. Actuemos de acuerdo a lo que somos y creemos, pero no usemos una bandera en horario restringuido o en horario laboral y nos transformemos a nuestro beneficio cuando creemos que nadie nos ve.


Los invitamos a actuar local y pensar global en favor de las personas con discapacidad y en favor de nosotros mismos como individuos que convivimos cotidianamente. Seamos luz en nuestra casa y en la calle.

2 comentarios:

Acerca de mí dijo...

más claro ni el agua, y yo también añadiría no basta hablar habrá que actuar a exigirnos todos el respeto por el otro, a respetar a las personas con discapacidad a dejar que ellos mismos se representen. EXCELENTE ARTÍCULO

Unknown dijo...

Que tristeza me da saber que existen mexicanos que lo único que hacen para ganar fama al escribir un artículo como éste es atacando a una persona cabal como lo es el sr. javier. Si alguno de sus trabajadores cometió este error, no significa que el sr. o alguien de su familia sea inhumano, habría que conocerles de cerca para emitir algún tipo de comentario; quienes conocemos a su familia de cerca, sabemos la clase de personas que son ellos, y tan se ocupan de los más necesitados que me consta, han ayudado a miles de personas y sin recibir ningún tipo de elogio, y mucho menos el aprecio de gente como la que escribe este artículo.