viernes, 29 de julio de 2011

PERSONAS CON DISCAPACIDAD Y EL DERECHO AL TRABAJO.


Por el Mtro. Gerardo A. Herrera


Recientemente y en coordinación con la Comisión Estatal de Derechos Humanos y el Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán se llevaron a cabo acciones de capacitación y formación para la comunidad sorda de Michoacán.


Don Saúl Perez, Presidente de la Asociación de Sordos de Michoacán, durante estos evento refirió la difícil situación que tiene la comunidad sorda, no hay empleos para ellos, y los pocos que existen los sueldos son menores a los de otros trabajadores, y sus condiciones generales de trabajo son distintas dándose no solo un proceso de discriminación laboral por su condición de discapacidad sino de violación a sus derechos laborales.


Como es conocido, en México hay más de 5 millones de personas con discapacidad, de las cuales más de 1 millón o sea el 20 por ciento del total están trabajando, pero no siempre obtienen remuneración y por lo general su sueldo no cubre sus necesidades básicas y expectativas de progreso y desarrollo para ellos y sus familias.

Es una situación lamentable que se continué aceptando a medias a personas con discapacidad simplemente porque son diferentes; se les discrimina a través de maneras sutiles como la segregación y aislamiento que resultan de la imposición de barreras físicas y sociales, actitudes culturales bien enraizadas.


La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 revela que más de la mitad de los discapacitados no reciben un sueldo suficiente; la mayor parte de sus ingresos provienen de fuentes ajenas a su empleo y sólo 43.9% de los varones obtiene la mayoría de sus ganancias del empleo. Ese indicador se reduce a 18% en las mujeres. Nada, pero nada halagadoras estas cifras que son el reflejo de la intolerancia y la falta de conciencia social por aceptar la diferencia como riqueza social.


Tal y como me lo comento Saúl Pérez, es imposible participar de manera directa en la economía y aportar nuestro trabajo al desarrollo del país como quisiéramos, y es que adujo él “teníamos un taller de carpintería, pero la mala administración, el abuso de personas que no pagaron los muebles y el endeudamiento con el que inicio el proyecto y los pagos de los gastos corrientes nos llevaron a cerrar esa fuente de empleo, sabemos que nos hizo falta opciones educativas profesionales y técnicas; frente a la exclusión de que somos objeto en las empresas no hemos podido posicionar un buen proyecto, requerimos de apoyos institucionales, de formación y educación, de acceso a créditos blandos del gobierno en fin”.


Hoy quienes contienden por los poderes públicos (Ejecutivo y Legislativo y 113 H. Ayuntamientos de Michoacán), tienen en sus manos apoyar con marcos normativos y políticas públicas a las personas con discapacidad en Michoacán, dando la oportunidad de su inclusión al pleno goce de sus derechos, sobre todo al de Educación, Trabajo y Salud, fundamentales para su desarrollo, que eviten la conmiseración, el asistencialismo y que se de paso al desarrollo humano de este sector de la población.

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