viernes, 18 de octubre de 2013

Geografía de la discapacidad y la respuesta social actual

Por Arturo Cervantes Trejo, Verónica Pérez Barrón, 
Israel Albarrán Martínez y Tonatiuh Suárez Meaney* 

El antiguo concepto de discapacidad 
La discapacidad es un problema complejo que recientemente ha recibido mayor atención por organizaciones y gobiernos, aunque no suficiente. Hasta hace unas décadas existía discriminación oficial a las personas con alguna discapacidad. Ejemplo de ello son las leyes de feos en Estados Unidos que rigieron a finales del siglo XIX y principios del XX en muchas ciudades, e impedían el libre tránsito en lugares públicos a personas con alguna condición de discapacidad o limitante física. México no ha sido la excepción en ese tipo de políticas: en los censos de 1885 y 1910 se contabilizaban cretinos, enajenados mentales e idiotas. La tradición permaneció hasta el censo de 1940, que es muy característico en sus conceptos degradantes, aún numeraba idiotas y agregaba locos y tullidos, e incluso añadía la condición de salud de ser 
jorobado como otra categoría a registar. De 1950 a 1990 ni 
siquiera se llevó un registro de la discapacidad y fue hasta 
el cercano año 2000 cuando se volvió a retomar el tema de 
la discapacidad, aún sin existir un consenso de clasificación 
incluyente y universal. De hecho en los Proyectos del Mile- 
nio de la ONU, sorprendentemente, no aparecen referencias 
al tema de la discapacidad, pues no lo consideraron uno de 
los problemas fundamentales de la sociedad. Aun así en los 
censos mexicanos 2000 ya se vislumbra una aproximación 
en nuestro país. Para el censo de 2010 se habla de disca- 
pacidad de acuerdo a la CIF (Clasificación Internacional del 
Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud1) donde la 
discapacidad es vista como una condición humana de per- 
sonas con ambientes específicos. La discapacidad según la 
mirada de la CIF, se refiere a las deficiencias en las funcio- 
nes y estructuras corporales, a las limitaciones para realizar 
actividades y a las restricciones en la participación de las 
personas en la sociedad1. De la amplia definición anterior el 
censo del 2010 toma la variable “limitación en la actividad” 
categorizando el tipo de limitaciones presentes en un sujeto 
al momento de realizar sus actividades diarias y, en el caso 
del cuestionario ampliado, también indaga sobre la causa de dicha limitación. 

El nuevo paradigma de discapacidad 
Bajo este nuevo paradigma donde la discapacidad no sólo 
debe entenderse como un asunto estrictamente médico o de salud, el principal problema que conlleva es el acceso universal a los servicios y las actividades cotidianas. Por eso 
la geografía es clave en su diagnóstico y atención, no sólo 
es importante saber cuántas personas tienen dicha condición sino donde están, por qué causa y con qué grado de limitación. En años pasados, dada la poca importancia que se le daba al tema, era imposible tener datos certeros sobre esa localización. Hoy existe información que puede ser utilizada para un buen diagnóstico pues se reconoce la relevancia de esta condición. En el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de mil millones de personas viven con algún tipo de discapacidad3 o afectaciones físicas, sensoriales, intelectuales o de salud mental y se estima que un poco más del 80% de estas personas viven en países en desarrollo y un alto porcentaje, en condiciones de pobreza. En el documento del programa “La Discapacidad y el Sistema de las Naciones Unidas”4 se menciona evidencia sobre una alta correlación entre tasa de discapacidad y analfabetismo, nutrición y salud deficientes. En México casi el 5% de la población tiene alguna discapacidad; y este porcentaje crecerá por el aumento de población de edad avanzada dada nuestra pirámide de edades. Los siguientes dos cuadros muestran la distribución de la discapacidad por tipo, edad y causa. 


La población que presenta alguna discapacidad requiere 
acciones para vivir en igualdad de circunstancias tal como 
la población en general y como es su derecho. Es muy gra- 
ve que en México los hogares que tienen algún familiar con 
discapacidad obtengan significativamente un menor ingreso 
que los hogares que no tienen personas con discapacidad 
(PcD). Esto es por la gran cantidad de recursos que requie- 
re su atención y donde los programas asistencialistas no 
atacan el verdadero problema. Mientras los hogares con 
PcD menor de 60 años ganan en promedio $29,264 trimes- 
tralmente, los que no tienen alguna PcD ganan $40,278. 

La geografía de la discapacidad 
Para contribuir contra los efectos sociales negativos de 
la discapacidad que causan inequidad, la geografía de la 
discapacidad permite localizar el problema para atenderlo 
eficientemente. 

Una primera aproximación se tiene en el mapa 1. La dis- 
capacidad depende de muchos factores, no es aleatoria, 
por eso está focalizada en ciertos lugares. Existen lugares 
que tienen mayor tasa de discapacidad: destaca mucho 
Oaxaca y la Sierra Madre Occidental. Así podrían validar- 
se algunos datos de la relación de discapacidad y pobreza 
en nuestro país pues estos sitios también padecen de po- 
breza, sin embargo no todos los lugares de pobreza tienen 
altas tasas de discapacidad. Lo que en realidad muestra 
el mapa es que las zonas de alta migración al quedar ha- 
bitadas principalmente por personas de mayor edad, pues 
son los jóvenes quienes migran, tienen mayores tasas de 
discapacidad. 
Un ejemplo de cómo puede servir el análisis geográfico de 
la discapacidad es reconociendo dónde se localizan las 
acciones. El mapa 2 muestra la dotación de rampas por 
municipio. Las rampas son una de las primeras acciones 
que ofrecen los gobiernos locales para abatir el problema 
de accesibilidad de PcD en la movilidad, que es la más 
importante en cuanto a número de casos. Los lugares con 
mayor atención son las grandes ciudades. Sin embargo 
la dotación de esta infraestructura no siempre está donde 
existen muchas PcD. 

El análisis geográfico puede favorecer la atención eficien- 
te de las necesidades en los entornos inmediatos de la 
población afectada. 


Conclusión 
Es importante que las organizaciones y los gobiernos 
atiendan la discapacidad con ayuda de los nuevos con- 
ceptos, enfoques e información al respecto. Hoy existen 
datos que permiten hacerlo.~

1 
 Organización Mundial de la Salud. Clasificación Internacional del funcionamiento de la discapacidad y de la salud:  
  CIF. Madrid: Organización Mundial de la Salud, 2001. 
2 
 Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI. Síntesis metodológica y conceptual del Censo de Población y 
  Vivienda 2010. México: INEGI, c2011. 
3 
 Organización de las Naciones Unidas (ONU),  Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES). “Revisión 
  de los temas de discapacidad y los ODM”. 12 de Febrero 2012. New York. http://www.un.org/es/development/ 
  desa/news/social/disability-and-the-mdgs.html 
4 
 La Discapacidad y el Sistema de las Naciones Unidas. Consejo Económico y Social [E/CN.5/2008/6] 
  http://www.un.org/spanish/disabilities/default.asp?id=1110#1 


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