domingo, 9 de febrero de 2014

El Vaticano también encubrió abusos sexuales contra niños con discapacidad

Por: Por: Karent Mendoza 2014-02-07


Las denuncias contra la Iglesia Católica por abusos sexuales contra niños por parte de curas pederastas en diferentes países, tuvo esta semana su capítulo más importante cuando un comité especial de la ONU sobre los derechos de los niños señaló puntualmente en un informe que la jerarquía católica encubrió a quienes abusaron de menores (revisó cientos de casos que presentaron representantes de las víctimas) y con ello pasó por encima de los derechos de las víctimas en el afán de proteger la fama pública de la Iglesia.

Se trató, en la mayoría de los casos, de niños y jóvenes seminaristas o miebros de comunidades católicas que sufrieron violaciones y continuados abusos sexuales que fueron acallados en una trama de complicidad, donde incluso los sacerdotes conocidos como perpetradores de estos crímenes, simplemente eran removidos de sus iglesias. Hasta apenas hace unos años, sacerdotes en Estados Unidos y Canadá han enfrentado procesos judiciales y han debido pagar cuantiosas indemnizaciones y hasta cárcel, por sus crímenes. Ente las víctimas ha habido también niños con discapacidades. 
Entre los casos de pederastia más conocidos está el del padre mexicano Marcial Maciel Degollado, fundador de la influyente orden conservadora Legionarios de Cristo, quien murió en el 2008 a los 87 años, dos años después de ser separado del ministerio, sin castigo alguno.
Después de su muerte se supo también que había tenido tres hijos con dos mujeres. Maciel era muy cercano al Papa Juan Pablo II y la falta de sanciones del Vaticano, que decidió no someterlo a proceso canónico por su edad, generó fuertes críticas a la Iglesia.
En 2009 el obispo canadiense Raymond Lahey fue arrestado tras hallarse pornografía infantil en su computadora. Ese mismo año, el monseñor Bernard Ambrose Prince, amigo personal del papa Juan Pablo II, fue expulsado del sacerdocio mientras cumplía una pena en prisión por abusar de 13 menores. Se dice que funcionarios de la Iglesia encubrieron sus crímenes.
En Estados Unidos, el diario Boston Globe denunció el fracaso de la jerarquía clerical en tomar medidas contra un sacerdote acusado de abusar de más de 130 niños durante tres décadas. Ello provocó la renuncia del cardenal Bernard Law como arzobispo de Boston y desató una oleada de nuevas revelaciones.
En este mismo país, uno de los casos más sonados es el de Lawrence Murphy, un sacerdote de la Arquidiócesis de Milwaukee que trabajó en la Escuela San Juan para los sordos en Saint Francis entre 1950 y 1975 a quien se le acusó de haber abusado sexualmente de doscientos menores sordos, entre esos años.
Murphy nunca fue castigado pues aseguraba estar enfermo y arrepentido de sus actos, el 21 de agosto murió y fue enterrado con su sotana.
Tras conocer el caso del padre Murphy, el director de  cine Alex Gibney, realizó el filme El Silencio en la casa de Dios, que recopila algunos de los testimonios de las víctimas de abuso sexual.
Desde las primeras víctimas que decidieron alzar la voz en los 60 hasta los recientes casos a nivel mundial, el filme recorre las paradojas de los argumentos de los victimarios al mismo tiempo que cuestiona el silencio del Vaticano al respecto.
El filme muestra la cara maligna que se esconde tras las sonrisas y las negaciones de las figuras de autoridad e instituciones que pensaron que porque representan al bien, no pueden cometer el mal.
Regresando al informe histórico del Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño, emitido el pasado 5 de febrero, cabe destacar sus principales conclusiones: el Comité criticó a El Vaticano por no haber reconocido nunca "la amplitud de los crímenes" de abuso sexual contra niños por parte de sacerdotes y le acusó de adoptar "políticas y prácticas que llevaron a la continuación de abusos y a la impunidad de los responsables".
El Comité también afirma que el Vaticano no tomó "las medidas necesarias" para atender estos casos y proteger a los menores.
El órgano de la ONU denuncia también la transferencia "de una parroquia a otra, o a otros países, de abusadores de niños bien conocidos, en un intento por encubrir sus crímenes", una práctica que ha sido "documentada por varias comisiones nacionales de investigación".
La presidenta del Comité, Kirsten Sandberg, señala que no tienen una cifra exacta de los casos de abuso sexual a menores, “nadie ha puesto todos los datos juntos para tener una cifra concreta".
"En muchos casos, las autoridades de la Iglesia, incluido en la más alta jerarquía del Vaticano, se han mostrado reacias y, en algunos casos, han rechazado cooperar con las autoridades judiciales y comisiones de investigación".
El Vaticano responde
En su respuesta, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, tachó de “anómalo” y de “ir más allá de sus competencias” el informe del Comité de la ONU sobre los derechos de los niños.
Lombardi publicó hoy un artículo en la página web de Radio Vaticano en el que asegura que no hay “enfrentamiento” alguno entre Naciones Unidas y el Vaticano, y que la Santa Sede continuará su compromiso para que se aplique la Convención de Derechos del Niño y mantendrá un diálogo abierto y constructivo con todos los organismos.
Destaca que dicho informe contiene “graves límites”, pues no han tenido en cuenta las respuestas escritas y orales que los representantes de la Santa Sede han dado sobre ese tema.
El portavoz vaticano argumenta que esto hace pensar que el informe estuviese “prácticamente ya escrito o por lo menos netamente enfocado” antes de la audición que la Santa Sede realizó para el Comité, con sede en Ginebra, el pasado 16 de enero.
Lombardi afirma que es “típico” de estas organizaciones “no reconocer todo lo que ha hecho la Santa Sede y la Iglesia en los recientes años, como reconocer errores, renovar las normativas y desarrollar medidas formativas y preventivas”.

(Con información de Sinemargo.mx, el Comercio Mundo, La Nación, Cultura Sorda y Ámbito.com)

1 comentario:

Ateo666666 dijo...

¿Que la iglesia colabora con genocidas?¿que encubre a miles de pederastas?¿que mantienen vínculos con asociaciones mafiosas o delincuentes de extrema derecha?¿que blanquean capitales provenientes de oscuros negocios? Ningún problema. Cuando la evidencia es abrumadora y el olor a estercolero putrefacto es insoportable pues se espera unos años y luego con calma, con mucha, mucha calma se tramita y difunde un documento solicitando perdón y asunto arreglado, se acabaron las responsabilidades. Pero eso de ejercer la justicia y castigar a los culpables y a sus encubridores de la jerarquía católica nada de nada, porque por supuesto en este pecaminoso e impío mundo los indignos procedimientos judiciales y penitenciarios, que únicamente han sido inventados para controlar al común de los mortales no pueden ser utilizados nunca contra ellos, los verdaderos valedores del monopolio de la moral. Porque sería toda una bajeza inimaginable encarcelar a los divinos representantes del único dios verdadero, aún cuando sean execrables delincuentes. Ya si acaso, el Creador ajustará cuentas con ellos a su debido momento, en el Juicio Final o más allá. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2014/02/los-defensores-de-la-moral-son-una.html