miércoles, 1 de octubre de 2014

Escuela para zombis, una radio incluyente

La Jornada Aguascalientes

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Lo que comenzó como una aventura hace tres 
años, con la producción del programa radiofónico 
La hora feliz, emprendida por la productora independiente de radio Sandra Karina Romo Guerra, 
este año se convirtió en un reto más elevado con la creación del Radioteatro con niñas y niños sordos, Escuela para zombis, proyecto auspiciado por el 
Instituto Nacional de Bellas Artes, mediante la 
Beca de Educación Artística 2014, otorgada a esta realizadora aguascalentense.

¿Radio con niñas y niños sordos?
Con la Escuela para Zombis, Radioteatro con 
niñas y niños sordos, el espectador va de la 
incredulidad al asombro porque la realidad 
“normal” escapa a comprender que personas 
con discapacidad auditiva participen en un 
programa de radio. Luego viene la maravilla 
de ver a los chicos atentos, concentrados, 
atendiendo a cada una de las indicaciones 
de la productora para evitar errores en sus intervenciones.
Durante los cuarenta y cinco minutos que 
dura la presentación, ellas y ellos desarrollan 
sus personajes y crean efectos de sonido, 
mientras los espectadores, con un rostro que 
no oculta la emoción y el encanto, ríen, 
aplauden y se dejan llevar por el fantástico 
trabajo que realiza este grupo de niñas y 
niños del Centro de Educación Diferencial 
Especializada para Sordos, CEDES.
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Casi por casualidad
Sandra Karina Romo, platica que todo inició hace 
tres años, cuando al plantear una propuesta para 
realizar un programa de radio con algún grupo 
vulnerable -área en la que ella se especializa- 
al Instituto Cultural de Aguascalientes, ICA, 
por una confusión surgió la posibilidad de 
hacer un programa con sordos. Ella aprovechó 
esta situación para tomar el reto, si la apoyaban 
ella garantizaba la realización de un programa radiofónico con sordos.
Al aprobarle el proyecto, el siguiente paso fue 
acudir al CEDES para proponerle el taller al d
irector de este centro, y fue entonces cuando se enfrentó con su primer desafío.
“Al tocar la puerta, yo veía a los niños por un 
huequito que hay en la puerta para meter la 
mano y abrir, pero yo seguía tocando y nadie 
me abría, en ese momento fue cuando el mundo 
se me vino encima porque dije cómo les voy a 
hablar del sonido a quienes no lo escuchan, ahí 
fue cuando me pregunté, ¿en qué me ando 
metiendo?”.
Al investigar se dio cuenta que nadie había 
hecho radio con sordos, al menos en las redes 
de Latinoamérica que tienen contacto con 
Europa, no había un antecedente del cual 
pudiera partir, y sólo tenía seis sesiones para 
sacar el programa. Así surge su primer programa 
de radio con sordos llamado La hora feliz con 
el cual logra el primer lugar en la categoría 
para niñas y niños de la Novena Bienal 
Internacional de Radio en 2012.
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El radioteatro
Teniendo como punto de partida el formato de radioteatro que entre 1920 y 1940 tuvo su 
esplendor en México, actualmente en desuso, 
Sandra Karina plantea su segundo proyecto con 
la idea de acercar a los niños al público y decide participar en la convocatoria de educación 
artística del Instituto Nacional de Bellas Artes, 
2014, en la que resultó beneficiada con una 
beca. En junio del mismo año inicia con el 
taller que le da vida a este Radioteatro y del 
cual los chicos participantes, con la ayuda de la intérprete Eva López Reyes, nos platicaron su experiencia:
Karla Jazmín Cervantes Ramos: “Está muy bien 
porque hay más difusión para los oyentes, como 
ellos piensan que los sordos no pueden hacer 
radio, con esto les estamos demostrando que 
los sordos sí podemos, me fui acostumbrando 
a los nervios, porque sé que sí puedo”. Ana 
Karen Robles Luévano: “Los oyentes hablan con oraciones completas y hablan con la voz, pues 
los sordos hablamos con oraciones cortas, y 
cuando nos enfrentamos con los oyentes pues 
la verdad da pena porque la voz está chueca, 
y muchos tienen miedo de que se burlen, de 
que los critiquen, por eso se privan de decir algo, 
pero Sandra nos estuvo animando, alentando a 
que abriéramos nuestra voz, aunque las personas 
nos vean ya es necesario sacar la voz para que 
entiendan y darnos a conocer como personas 
sordas, ya depende de cada persona si critica 
o no, a mí no me importa”. Luis Ángel Mata 
López: “Estuvimos practicando a, e, i, o, u, 
para convertirlas en diferentes sonidos, los 
estuvimos sacando poco a poco, unos a otros 
nos ayudábamos, Sandra nos apoyaba, nos 
enseñaba cómo, para que se nos hiciera más 
fácil el teatro, poco a poco convertimos la 
voz en zombis, y fue una experiencia muy 
padre”. David Alejandro Muñoz: “A mí me 
gustaría tocar el tambor, sentirlo, no tengo 
nervios, estoy tranquilo, está padre, la radio 
me encanta, me gustaría en un futuro seguir 
haciendo radio, a los sordos no les dan trabajo, 
a los oyentes sí, quiero demostrarles que los 
sordos sí pueden, somos iguales, podemos igual 
que un oyente”. Dulce Rubí Aranda: “Me siento 
bien con las personas, me gusta que me escuchen. 
No es fácil”.
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Participación del CEDES en la Escuela para 
Zombis
Sobre la participación del CEDES en este proyecto, 
su director José Muñoz, comentó: Cuando la 
primera vez Sandra me platicó de este proyecto, 
la verdad a mí me pareció muy raro, ¿cómo un 
proyecto de radio para sordos? Cuando vi que 
seguían haciéndolo con otras discapacidades, 
dije ¡ah! no tenemos límites, un proyecto de 
radio es de alguna forma un límite para una 
persona con discapacidad auditiva, por eso 
accedí a participar; el primer proyecto me 
gustó mucho, la verdad yo veía la oportunidad 
de que un niño sordo pudiera hacerlo; con el 
segundo proyecto no pude negarme, es un 
proyecto diferente con el que podemos mostrar 
las capacidades de un niño o joven sordo.
¿Hubo algún beneficio para sus alumnos?
La verdad es que sí, al principio los niños no 
entendían el porqué de los ejercicios que les 
ponían, pero con el apoyo de la interpretación 
de Eva, con el tiempo, empezaron por 
comprender que era un radioteatro, y como la 
historia que es, los niños pudieron plasmarla emocionalmente cada uno, en lo personal veo 
que los niños desde el inicio de este proyecto 
hasta hoy, me siento muy orgulloso de los 
muchachos porque han demostrado madurez, 
hicieron un buen trabajo como equipo.
Con esta experiencia, ¿creé usted que la radio 
puede ser una buena forma de sensibilizar a la 
sociedad sobre la discapacidad auditiva?
La discapacidad no tiene límites, los que tienen 
límites son la sociedad, este proyecto lo 
demuestra, todos me dicen ¿cómo, radio con 
niños sordos?, hasta mi familia me lo dice, y 
yo les digo sí, vayan a verlo, y me dicen qué 
les pareció, aunque en mi familia soy el único 
con discapacidad auditiva, aun así no podían 
creerlo, entonces se demuestra una vez más 
que los sordos podemos hacerlo, este proyecto 
sirvió para que la sociedad aguascalentense 
poco a poco cambie su mentalidad y su cultura 
sobre las personas con cualquier tipo de 
discapacidad.
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El elenco
En la Escuela para Zombis participaron diez 
alumnos del CEDES, entre once y 17 años de 
edad, representando a los diferentes personajes 
de la historia y creando efectos sonoros, Karla 
Jazmín Cervantes Ramos, Alondra Joana García 
Medellín, Ángel Guadalupe Moncada Zuñiga, 
David Alejandro Muñoz, Ana Karen Robles 
Luévano, Jesús Tadeo Ruíz García, Martín 
Eduardo Urzúa García, Dulce Rubí Aranda Luna, 
María Guadalupe Anguiano Esqueda y Luis Ángel 
Mata López; el actor Daniel Hernández fue el 
narrador de la historia, la música y ritmos 
estuvo a cargo de Misael Jesús Guerra Pérez y 
diseño de Juan Satiri.
El final del camino
El Radioteatro con niñas y niños sordos, Escuela 
para Zombis, tuvo una temporada de seis 
presentaciones en diferentes espacios, entre 
ellos el CRIT y el Centro Cultural Universitario, 
y en todas ellas con lleno total, y con un 
emotivo reconocimiento del público al trabajo 
de los muchachos.

Fotos: Gerardo González

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